Parece que el teletrabajo ha llegado para quedarse, al menos por un tiempo. El trabajo en remoto se ha generalizado con motivo de la emergencia sanitaria, lo que lleva a las empresas a plantearse nuevos desafíos respecto a sus empleados y modelos de trabajo.
Mantener la productividad, fomentar el trabajo en equipo y promover la flexibilidad son algunos de los retos más mencionados en estos meses. Sin embargo, esto debe contar siempre con una premisa: mantener intactos los sistemas de seguridad de la empresa e implementar nuevas medidas para detener ciberataques, un imperativo para las compañías.
Ya es de todos conocido que durante estos meses se ha detectado un aumento de las ciberamenazas, y la capacidad para frenarlas ahora no solo recae en las tecnologías de protección sino que pasa por la concienciación de los empleados al respecto.

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Teletrabajo: de esporádico a casi obligatorio
Aquellas empresas que tuvieron la posibilidad de permitir que sus empleados trabajaran desde casa, tomaron esa decisión en marzo para frenar la pandemia. Pero lo que en principio parecía que serían tan solo unos meses atípicos se ha ido convirtiendo en esa nueva normalidad a la que acostumbrarse.
En algunos casos, las empresas han extendido el teletrabajo hasta 2021. Otras multinacionales, como ING o Google, a pesar de seguir teniendo oficinas, han anunciado que sus trabajadores podrán trabajar en casa para siempre. De esta manera, los empleados podrán continuar con este nuevo modelo más flexible, que permite conciliar la vida personal y familiar y mantener la productividad. Sin embargo, el teletrabajo está siendo la oportunidad de los ciberdelincuentes para lanzar amenazas masivas poniendo en jaque la seguridad de las empresas.
Trabajo en casa y buenas prácticas de seguridad
Buena parte de la responsabilidad recae en las tecnologías de seguridad. En este sentido, las empresas deben asegurar conexiones accesibles y seguras entre redes corporativas y otros dispositivos en todo momento, endurecer sus sistemas de protección y concienciar a sus plantillas para detectar posibles amenazas.
Protocolos para empleados
Prevenir y evitar estos ciberataques requiere en primer lugar de una imprescindible concienciación en materia de ciberseguridad, que debe abarcar tanto a directivos de las empresas como a todos los empleados, con el principal objetivo de tomar conciencia de los riesgos de la Red, para no restar importancia y toma las medidas de precaución adecuadas ante la mínima sospecha.
Soluciones de seguridad adecuadas
Lo más habitual es que las empresas que trabajan con sistemas informáticos tengan una infraestructura sólida que proteja su red corporativa. Sin embargo, cuando ese perímetro se expande, es decir, los empleados dejan de trabajar en la oficina para conectarse desde otros puntos, es fundamental asegurar que estas tecnologías continúan haciendo su labor. Por ejemplo, con la última versión de los productos, utilizando entornos de trabajo compartidos.
Formación y concienciación
Sabemos que aproximadamente el 80% de los ciberataques son debidos a fallos o errores en las personas, por ello es esencial que sean capaces de detectar y prevenir un posible ataque, creando un cortafuegos humano.
Pero para que los propios trabajadores hagan esa función de primer escudo es necesario concienciar de los peligros, disponer de instrucciones claras y alertar de los diferentes ataques que pueden sufrir y frenar de manera individual.
Evitar abrir enlaces de correos electrónicos desconocidos, estar alerta de intentos de phishing, prestar especial atención a los archivos adjuntos de remitentes sospechosos, y no proporcionar información sensible ni compartir datos, son algunas de las actuaciones que más se pueden prevenir ya que de ellas es de donde surgen muchos de los ciberataques.
Y vosotros ¿contáis ya con estos tres ejes fundamentales para un teletrabajo ciberseguro?
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